domingo, 3 de agosto de 2014

Agostos.

Buenos días pequeño. Ya ha pasado otro año en el que te vuelves a ir. Los meses se me pasan volando menos agosto, fíjate qué casualidad que es el mes que tú no estás. Es que ya son muchos años en el que me haces compañía, con quien soy capaz de hablar días, tardes, noches y madrugadas desveladas porque siempre encuentras una razón para que yo sonría, y solamente el saber que sigues ahí, que no rompes esto, no dudes que se convierte en motivo para tener un bonito día, por muchas nubes que tapen al sol.

Mira, sabes que yo soy chica de textos, porque cuando estoy frente a ti, no me salen las palabras. Tal vez esto sea una excusa para contarte una vez más, todo lo que significas para mí, todo lo bueno que me diste y me das. No creas que estas palabras salen de la nada, sin razones, sin motivos, y que no escribo de cualquiera que me haga reír, sino del que me hace sacar la sonrisa más bonita.

Parecerá tontería eso de escribir sobre el que me hizo salvar y curar a ese que palpita, pero nadie sabe todas las putas veces que nos encontramos perdidos y que aparezca ese salvavidas que te hace flotar, porque tú has salvado la mía en muchos momentos. La has salvado de montañas y precipicios o simplemente de algún bache y me enseñas que la vida es hundirse o nadar.

Pero que si hoy estoy aquí es para decirte que te voy a echar de menos, no tus abrazos y tus gestos que hace tiempo ya no me das, sino las palabras, las alegrías, el que me cuentes tu día o esos jodidos y perfectos 'te quiero' en el momento más inesperado de la conversación.
Echaré en falta eso de que sean las tantas de la madrugada y que no me salga tu nombre con un  _____
Voy a extrañar cada parte de ti, cada pedacito que nos una.

Así que te voy a decir que disfrutes, que te diviertas, que vivas cada momento y sobretodo que rías, porque cuando ríes, el mundo entero me da igual. Y que no olvides que a kilómetros de ti hay una enana que espera tu vuelta con la misma ansia que la esperó otro cálido agosto de un 2013 y que te quiere con locura y con cordura. Y solo te pide, que no la olvides, y que en el mínimo instante que te acuerdes de ella, díselo, o llámala, o mira su jodida foto de whatsapp que seguramente salga sonriendo, pues con esa misma sonrisa te recibirá el día que le digas que ya estás aquí, más cerca de ella.

Pórtate bien, anda, y recuérdame. Nada más. Te quiero infinito y más, mi pequeño tesoro, mi gran mejor amigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario